Desde el Partido Cannábico Luz Verde se nos ha pedido posicionarnos ante el anuncio de la ministra de Sanidad, de la voluntad e intención de tirar adelante un proyecto de regulación medicinal del cannabis. Un anuncio que en un principio hablaba de las dos regulaciones, empezando por la medicinal y continuando por la recreativa o legalización de todos los usos, mejor dicho. Pero rápidamente fue corregida y frenada en su ambición, dejando la segunda parte en hibernación y no volviendo a hablar de ella. Nos imaginamos la llamada inmediata PSOE- Más País, para cortar semejante delirio.
En un principio, desde Luz Verde siempre celebramos y aplaudimos cualquier paso dado hacia una despenalización, regulación y legalización, que comporte un avance en la posibilidad de las personas enfermas en particular y de todas en general, en conseguir abastecerse de forma legal y segura. Pero también a unos precios asumibles y asequibles y esa no es la realidad, los precios son prohibitivos lo que los hace exponencialmente más caros que conseguir menos de 1gr para liar uno o hacer una infusión.
No sólo el precio es el problema en este caso, que también. También lo es la desconfianza que crea una manera poco clara de conceder licencias a las empresas multinacionales, en su mayoría extranjeras, para cultivar para exportar a países donde si está legalizado el uso medicinal. Algunos de ellos europeos, con lo que las personas enfermas de allí sí que pueden tener acceso legal y seguro y beneficiarse de unos tratamientos, que aquí tienen vetados las personas enfermas de nuestro país. Se crea una desigualdad, cuando tanto se les llena la boca con la igualdad. Eso sí que debería estar penado, el seguir defendiendo una prohibición injusta e irracional que solo crea más problemas, ya demostrado y consensuado. Con todo ello, queda demostrado que lo que quieren es que solo la farmacéutica tenga el control, repartiéndose el pastel y seguir potenciando el mercado negro, que es lo que consiguen persiguiendo y criminalizando a las asociaciones cannábicas que auto-cultivan para el auto-consumo compartido de sus miembros.
Para Luz Verde, una ley que no contemple el autocultivo de la flor, tanto individual como colectivo, no será el mejor punto de partida, ni defenderá unos valores más sociales sino más competitivos y destructivos, dejando sólo al alcance de los más ricos el acceso a medicamentos basados en cannabis.
Por ello nos alegramos de que se escuche a las organizaciones y plataformas de pacientes y sabemos que éstas tampoco estarán conformes con lo que se anuncia. Por eso, consideramos cualquier avance positivo, alertando que, si es como parece y se anuncia, puede ser más bien un retroceso, sobre todo para las personas usuarias, sean o no terapéuticas y, en definitiva, para toda la sociedad, que se verá privada de varias ventajas, como una mayor creación de puestos de trabajo, mayor recaudación de impuestos para proyectos sociales y mayor generación de actividad económica directa e indirecta, que conllevaría una regulación integral, basada en la importancia y oportunidad de utilizar el cáñamo en todas sus formas y funciones para regenerar y reparar, un elemento de transformación y emancipación social, como ya ha sido anteriormente en distintas épocas y territorios.